El cuaderno rojo

Cuando la vida misma puede leerse como si fuese un libro adquiere tintes de ficción, ¿será, como reza la frase "la verdad tiene estructura de ficción", que en cierta medida cuando intentamos transmitir de la manera más precisa posible nuestra versión termina con un dejo de incredulidad para aquel que recibe la historia?
Paul Auster, en su libro El cuaderno rojo, hace un guiño al lector diciendo que todo lo narrado en su libro es verosímil. Un escape de la muerte, azares de un continente a otro, encuentros repentinos en momentos decisivos, y muchos otros fragmentos dispares, los cuales dificilmente podrían ser dispuestos en un catálogo, hacen pensar la indisoluble relación entre la realidad y la fantasía.
Cada sujeto cuenta la versión de su cotidianeidad, si bien todos discurrimos en la misma realidad, un atolladero emerge al momento de intentar articularla, elaborarla, transmitirla. Auster, a su manera, nos cuenta historias como si fuese una charla de café, de esas que disfrutamos en la intimidad, invitando a sentarse en la mesa de una deliciosa narrativa.
Paul Auster, en su libro El cuaderno rojo, hace un guiño al lector diciendo que todo lo narrado en su libro es verosímil. Un escape de la muerte, azares de un continente a otro, encuentros repentinos en momentos decisivos, y muchos otros fragmentos dispares, los cuales dificilmente podrían ser dispuestos en un catálogo, hacen pensar la indisoluble relación entre la realidad y la fantasía.
Cada sujeto cuenta la versión de su cotidianeidad, si bien todos discurrimos en la misma realidad, un atolladero emerge al momento de intentar articularla, elaborarla, transmitirla. Auster, a su manera, nos cuenta historias como si fuese una charla de café, de esas que disfrutamos en la intimidad, invitando a sentarse en la mesa de una deliciosa narrativa.
Saludos desde mi silencio
El cuaderno rojo
Reviewed by El Silencio
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6:15 p.m.
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