Piedra
Meterme en una piedra
aquél sería mi camino.
Deja que otro se convierta en una paloma
o que rechine con el diente de un tigre.
Soy feliz de ser una piedra.
Por fuera la piedra es una adivinanza:
nadie sabe cómo resolverla.
Sin embargo dentro, debe ser fresca y silenciosa
aunque una vaca la pise con toda su fuerza,
aunque un niño la arroje a un río;
la piedra se hunde, lenta, imperturbablemente
hacia el fondo del río
donde los peces vienen a llamar en ella
y escuchan.
He visto salir chispas
cuando dos piedras se frotan,
así, quizás, dentro no esté oscuro después de todo;
quizás haya una luna que brilla
desde alguna parte, como detrás de una colina-
suficiente luz para descifrar
los extraños escritos, el mapa de estrellas
en las paredes interiores.
Charles Simic
Deja que otro se convierta en una paloma
o que rechine con el diente de un tigre.
Soy feliz de ser una piedra.
Por fuera la piedra es una adivinanza:
nadie sabe cómo resolverla.
Sin embargo dentro, debe ser fresca y silenciosa
aunque una vaca la pise con toda su fuerza,
aunque un niño la arroje a un río;
la piedra se hunde, lenta, imperturbablemente
hacia el fondo del río
donde los peces vienen a llamar en ella
y escuchan.
He visto salir chispas
cuando dos piedras se frotan,
así, quizás, dentro no esté oscuro después de todo;
quizás haya una luna que brilla
desde alguna parte, como detrás de una colina-
suficiente luz para descifrar
los extraños escritos, el mapa de estrellas
en las paredes interiores.
Charles Simic
Piedra
Reviewed by El Silencio
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12:42 p.m.
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