El Otro
"QuiƩn eres -dije-que a tanta desventura estas condenado?
Yo soy -dijo- un hombre muy viejo, a quien levantan mil testimonios y achacan mil mentiras. Yo soy el Otro; y me conocerĆ”s, pues no hay cosa que no la diga el Otro. Y luego, en no sabiendo cĆ³mo dar razĆ³n de sĆ, dicen: ¿CĆ³mo dijo el Otro? Yo no he dicho nada, ni despego la boca. Y quiero, por amor de Dios, que vayas al otro mundo y digas cĆ³mo has visto al Otro en blanco, y que no tiene nada escrito y que no dice nada, ni lo ha de decir ni lo ha dicho, y que desmiente desde aquĆ a cuantos le citan y achacan lo que no saben, pues soy el autor de los idiotas y el texto de los ignorantes."
Francisco de Quevedo, Los sueƱos
Yo soy -dijo- un hombre muy viejo, a quien levantan mil testimonios y achacan mil mentiras. Yo soy el Otro; y me conocerĆ”s, pues no hay cosa que no la diga el Otro. Y luego, en no sabiendo cĆ³mo dar razĆ³n de sĆ, dicen: ¿CĆ³mo dijo el Otro? Yo no he dicho nada, ni despego la boca. Y quiero, por amor de Dios, que vayas al otro mundo y digas cĆ³mo has visto al Otro en blanco, y que no tiene nada escrito y que no dice nada, ni lo ha de decir ni lo ha dicho, y que desmiente desde aquĆ a cuantos le citan y achacan lo que no saben, pues soy el autor de los idiotas y el texto de los ignorantes."
Francisco de Quevedo, Los sueƱos
El Otro
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